Os dejo esta canción para que recéis
con ella
(Pincha
en el enlace)
El milagro de la Resurrección nos recuerda que
el amor de Dios es eterno
Os dejo esta canción para que recéis
con ella
(Pincha
en el enlace)
El milagro de la Resurrección nos recuerda que
el amor de Dios es eterno
Jesús es el Maestro y nosotros su aprendiz
Escuchamos la canción, ahora si hasta el final (Pincha en la imagen)
"Quinto domingo de Cuaresma"
SEMBRADOR
Entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; estos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: «Señor, queremos ver a Jesús».
Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. Jesús les contestó: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.
El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará. Ahora mi alma está agitada, y ¿Qué diré? ¿Padre, líbrame de esta hora? Pero si por esto he venido, para esta hora: Padre, glorifica tu nombre».
Entonces vino una voz del cielo: «Lo he glorificado y volveré a glorificarlo». La gente que estaba allí y lo oyó, decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel. Jesús tomó la palabra y dijo: «Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí». Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.
Jn. 12,20-33
Muriendo en tierra, el grano de trigo produce una rica cosecha.
Muriendo en la cruz, Jesús nos da vida.
¡También los discípulos de Jesús debemos arriesgar por los demás!
Os dejo este wordwall de Semana Santa (Pincha en el enlace)
Escuchamos la canción, ya casi nos la hemos aprendido(Pincha en la imagen)
"Cuarto domingo de Cuaresma"
ELECTRICISTA
El Evangelio nos presenta a Jesús en lo
corriente, echando un cable y dándonos la luz
Veamos lo que San Juan nos
cuenta en el Evangelio:
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.
El juicio consiste en esto: que la luz vino al
mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran
malas. Pues todo el que obra perversamente detesta la luz y no se
acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que realiza
la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según
Dios.»
Jn 3,14-21
¡¡Jesús
es la luz y la vida!!
Nosotros somos hijos de la luz, "vivamos como en pleno día"
Como sabéis el día 8 de marzo se celebra:
¡El día de la mujer!
En los Evangelios descubrimos que el papel que jugó la mujer en la vida de Jesús fue muy importante, renovador y contrario a los usos y costumbres de la época. Jesús no la consideraba inferior, no rehuía su compañía, ni su conversación...
La respetó, defendió y consoló;
la distinguió con su amor y misericordia.
Os dejo un pequeño puzle para que lo forméis (Pincha en
el enlace)
ARBITRO
El Evangelio nos presenta a Jesús de arbitro con sus tarjetas, expulsando aquello que nos hace mal.
Veamos lo que San Juan nos cuenta en el Evangelio
Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:
«Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre».
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora».
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron:
«Qué signos nos muestras para obrar así?».
Jesús contestó:
«Destruid este templo, y en tres días lo levantaré».
Los judíos replicaron:
«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?».
Pero él hablaba del templo de su cuerpo.
Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y creyeron a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba a ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.
Jn 2, 13-25
Veamos este video ( pincha en la imagen)
¡Nuestro
corazón es la casa de Dios!
Pidamos al
Señor un corazón puro donde pueda habitar.